Adaptándote a la educación en línea bajo presión - Parte 3

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"Tú no puedes crear la experiencia. Debes pasar por ella." – Albert Camus, Carnets

Las experiencias valiosas de aprendizaje se basan en desafíos difíciles e incluso en los fracasos. Cuando una institución educativa debe cerrar, bien para evitar la propagación de enfermedades o debido a eventos climáticos, las instituciones y los individuos serán probados en su resistencia, paciencia y su creatividad para superarlas.

Sin embargo, estas crisis también son momentos para aprender y crecer. Me he quedado asombrado con cuánto trabajo creativo, generosidad y apoyo ha generado durante las últimas semanas la comunidad educativa, especialmente compartiendo el conocimiento de aquellos que han pasado antes por cierres de campus.

En esta tercera publicación sobre los planes de continuidad de la enseñanza, estoy compartiendo tres ideas clave que pueden ayudar a que una institución educativa emprenda su rumbo hacia delante, después de una crisis.

 

Evaluar para mejorar
En este momento la mayoría de las instituciones educativas que están enfrentando los cierres de campus están concentradas en ayudar a sus profesores, personal y estudiantes a que se adapten a la enseñanza y aprendizaje a distancia. Ésta es la tarea crítica. Pero ¿cómo sabrás si tus esfuerzos funcionaron? Como administrador, ¿cómo ves una respuesta exitosa ante al cierre? Como profesor, ¿cómo sabrás si tus estudiantes lograron tanto este semestre como en los otros?

Mientras no puedo definir el éxito para tu institución, puedo sugerir alguna evidencia que puede ayudar que examines la efectividad de tu planificación:

Encuesta de partes interesadas: Estudiantes, profesores, personal, administradores y padres - ¿Cómo percibieron la respuesta de tu institución? ¿Qué vacíos o brechas podrían identificar?

Datos de uso de tecnología:  ¿Cuántos profesores y estudiantes estaban usando la tecnología antes y durante el cierre del campus? ¿Fueron mejores algunos departamentos que otros al migrar a la enseñanza en línea? ¿Cayó algún curso por las grietas? ¿Fue desatendido algún estudiante? Los datos de uso pueden ayudar a que descubras la solución.

Puntos de fracaso de la tecnología: ¿Hubo suficientes dispositivos móviles para los estudiantes? ¿Hubo problemas de inicio de sesión o de acceso? ¿Tuviste que añadir más licencias de software? ¿Se hicieron lentos o se colgaron los sistemas? Si fuera así, ¿Por qué y cómo los proveedores de tecnología respondieron?

Clasificaciones de la instrucción por parte de los estudiantes:  Muchas facultades y universidades realizan encuestas semestrales a los estudiantes sobre su experiencia en sus cursos. Durante una crisis esta opinión podría ser valiosa (aunque a veces dolorosa) particularmente para mejorar tu respuesta en el futuro.

Saber lo que funcionó y lo que no, te ayudará a reflexionar y mejorar tu planeación y ejecución en la eventualidad de un cierre de escuelas en el futuro.

 

Ofrece talleres regulares sobre la continuidad educativa

Considerando que muchas instituciones tienen talleres o series en profundidad sobre la enseñanza hibrida y en línea, pocas ofrecen formación regular y oportuna para la facultad que tendrá que cambiar al modelo en línea con urgencia. Este tipo de formación no debería estar disponible solo durante una crisis; debería ser parte del desarrollo profesional para mantener el conocimiento y ayudar a que más profesores estén mejor preparados.

El contenido de este taller debería ser sencillo y eficiente, centrando en el conocimiento y las habilidades que necesitan los maestros para enseñar a distancia y sacarlos de apuros. Por ejemplo:
1. La importancia de una comunicación sencilla y regular
2. Guiar los estudiantes al entorno en línea
3. Compartir archivos y materiales esenciales
4. Enseñar a través de videoconferencias
5. Facilitar discusiones en línea
6. Entregar tareas en línea
7. Adquirir ayuda técnica según sea necesario

Desde aquí, los docentes deberían ser guiados para comenzar a prepararse con antelación, creando sitios web de cursos que apoyen a sus estudiantes presenciales y anticipar una crisis. Igualmente, deberían ser motivados a ir más allá de las meras necesidades de la enseñanza a distancia y encaminarse hacia temas relacionados con buscar y usar recursos educativos abiertos y aprender sobre prácticas efectivas en el aprendizaje híbrido y en línea.

 

Inspira a los docentes a seguir y desarrollar la enseñanza híbrida y en línea
En una crisis esto puede ser todo lo que podemos hacer para conseguir que los profesores estén listos y preparados para funcionar en línea. Puede ser que tengamos que aceptar que los profesores están replicando las prácticas de clase existentes lo mejor que puedan, lo más rápido posible. Esto puede ser suficiente para concluir un semestre, pero no representa lo mejor de la educación en línea.

A medida que ayudamos a nuestros profesores a adaptarse a la enseñanza a distancia deberíamos fortalecerles  aquellas conexiones para inspirarlos también a que continúen aprendiendo sobre la educación en línea y mejoren los sitios web de sus curso y las prácticas de enseñanza. Por ejemplo, podemos mostrarles cómo:
   – Los contenidos bien organizados del curso ayudan a los estudiantes incluso después de que hayan reanudado las clases presenciales.
   – El contenido y los materiales bien diseñados que son fáciles de navegar apoyan el aprendizaje y restringen la carga cognitiva innecesaria.
   – El aprendizaje activo es superior, y cómo las herramientas sencillas, como las pruebas de autoevaluación, pueden aumentar el aprendizaje activo.
   – Los foros en línea aumentan la participación y la equidad, construyen una comunidad al interior de las clases, e incluso, facilitan el apoyo entre compañeros.

Muchos de nosotros que estamos encargados de ayudar a los profesores para que puedan responder a una crisis, estamos apasionados por el aprendizaje hibrido y en línea. Vamos a usar esa pasión para poner lo mejor del aprendizaje en línea en el foco. Compara los cursos en línea que son efectivos con las experiencias más desalentadoras de enseñanza y de aprendizaje que resultan de una adaptación precipitada. Esta es una gran oportunidad para inspirar a los maestros a que continúen aprendiendo y desarrollando sus capacidades.


"Muchos pocos hacen muchos."
– Aesop

Una crisis como la del COVID-19 podría impulsar a todos nuestros profesores hacia la enseñanza en línea por primera vez, pero no podemos esperar un único evento para transformar la cultura de nuestras instituciones. Eso debe ocurrir poco a poco, con paciencia y persistencia, y con una actitud receptiva del aprendizaje y mejorando con cada experiencia. A medida que desarrolles y ejecutes tu plan de continuidad de la enseñanza, espero que también compartas ampliamente lo que has aprendido con la comunidad educativa. Son los resultados de estos experimentos incómodos, aunque necesarios, con la enseñanza a distancia, los que nos ayudarán a todos a prepararnos mejor para la próxima crisis. Al hacerlo, podremos mejorar el arte y el oficio de enseñar con tecnología, independientemente de la forma en que lo hagamos.

Sigue aprendiendo,
Jared


Lee la parte uno y la parte dos para encontrar más consejos y recursos.

 

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